Le oí decir el otro día a Joan Baldoví de Compromís algo así
como “le estamos regalando el gobierno a la derecha”. No le faltaba razón,
porque la envergadura de los escándalos protagonizados por la banda de
presuntos delincuentes que han rodeado a Pedro Sánchez en los últimos años pone
en peligro la continuidad del gobierno progresista que éste preside. No se dispone todavía de toda la información, pero por lo que hasta ahora se sabe la situación
es muy preocupante.
Me indigna pensar que unos auténticos chorizos de tan despreciable
calaña hayan conseguido ganarse la confianza política del presidente Sánchez,
primero mediante su “desinteresada” colaboración durante las campañas
electorales y más tarde gracias a sus gestiones al frente de las respectivas
responsabilidades que les había encomendado, por cierto de gran complejidad. Yo
comprendo que cuando se está en determinadas posiciones políticas es muy
difícil, por no decir imposible, descender al nivel de los controles
personales. Se confía en alguien, se
examina su gestión y si ésta es buena se baja la guardia. Así sucede en el
ámbito de la política y en muchos otros órdenes de la vida.
Dicho esto, que no exculpa a Sánchez de su responsabilidad in
vigilando, toca hablar de la continuidad del proyecto progresista, que por
encima de todo es lo que a millones de ciudadanos les preocupa. Todo va a
depender de la actitud de sus socios. Hasta ahora, las manifestaciones que van
llegando, aunque cautelosas y llenas de matizaciones, hacen pensar que hay
voluntad de continuar prestando apoyo, unos por mantener políticas de
izquierdas y otros para evitar que gobierne en España una alianza de conservadores
y ultraderechistas. Esto es política, de manera que ya se sabe que los
criterios que la mueven en ocasiones son inescrutables.
Es muy pronto para sacar conclusiones. Habrá que esperar a
que se vaya sabiendo qué más hay detrás de estas desvergüenzas y vilezas y
hasta donde llegan las responsabilidades. El daño ya está hecho, pero puede que
no sea tanto como el que parece. Los delincuentes a los tribunales y los
políticos a sus quehaceres. Todo menos regalar el gobierno a los que no se lo
han ganado en las urnas.
Cuando se me haya pasado la indignación y sobre todo cuando se disponga de más información, volveré a dar mi opinión sobre este asunto, que para eso escribo aquí. Porque no es Sánchez ni es el PSOE lo que me preocupa, sino el progreso social y económico de España, que puede estar en juego por culpa de unos delincuentes.
Por supuesto, todos los que defendemos partidos progresistas moderados vemos en el Psoe el lugar indicado. El problema es que cuando las corrupciones y corruptelas empiezan a manchar el buen nombre de las siglas, muchos votantes, desencantados, se alejan, y, o bien votan a la derecha, o bien se van a la abstención.
ResponderEliminarCreo que todos los que defendemos proyectos socialistas hemos sentido la misma indignación, pero no por ello dejaremos defender esas siglas, que son en las que nos vemos representados, lo cual no quita para que se sigan ejerciendo y reforzando los debidos controles.
Los políticos que se corrompen no son políticos que se corrompen, sino delincuentes que usan la política para el enriquecimiento personal.
Fernando
Fernando, de acuerdo. Yo dejaría a los tribunales de justicia que hagan su trabajo y depuren responsabilidades. Juzgar el alcance de este escándalo antes de tiempo es temerario Mientras tanto, yo me mantengo en mis ideas socialdemócratas y votaré al que mejor las represente.
EliminarLuis, por favor, otro día un artículo sobre el resto de los actores de la corrupción de los políticos: empresarios, funcionarios, policias...
ResponderEliminarAngel
Ángel, a medida que se vayan conociendo más datos sobre este escándalo estaremos en mejores condiciones de opinar. No descarto en absoluto escribir sobre un asunto que me parece muy preocupante, el de los controles dentro de la administración del estado y sus organismos dependientes.
EliminarA Rajoy se le echó por la corrupción que le rodeaba ¿No es razonable que se intente echar a Pedro Sánchez por "mas de lo mismo" que le rodea por todas partes, por muy progresista que se sea?
ResponderEliminarEn todo caso ¿Cuál es la vara de medir contra la corrupción? ¿Debe ser para todos los partidos políticos la misma vara?
Querido anónimo, creo que te olvidas de que el PP fue declarado culpable en una de las muchas sentencias que les rodeaban. Hasta ahora, el PSOE como tal no ha recibido ninguna condena.
ResponderEliminarEn cuanto a la vara de medir, no hay más que una, la que emana de los códigos de justicia.
Lo de "más de lo mismo" es una frase hecha. Hasta que no se pronuncien los tribunales, no hay ninguna analogía, salvo que se quieran forzar los argumentos para sacar provecho.
Con los códigos de Justicia que existen actualmente, la noticia principal en todos los noticiarios y cadenas de tv es "un día si y otro también" la corrupción (sistémica) que tenemos en este país.
EliminarDa la sensación que algo no funciona en la clase política desde hace muchos años.
Desde luego los últimos acontecimientos exigen una acción potente. No es el momento ideal para unas elecciones. La cuestión de confianza es la opción menos mala, pero los apoyos de unos y de otros costarán caros, y a lo mejor, ni por esas.
ResponderEliminarPor otra parte si PP-Vox llega al poder podemos olvidarnos, entre otras cosas, de cualquier política social.
En fin, chungo.
Debe ser una chorrada porque nadie la plantea. Imaginemos que en un congreso extraordinario del PSOE, Sánchez dimite y el partido propone al Rey a María Jesús Montero, por ejemplo, como nueva candidata. Debería contar el apoyo que tiene ahora Sánchez, porque los acuerdos con los otros partidos que han soportado al gobierno no fueron con Sánchez, sino con el PSOE, y el Rey debería entonces proponer al Congreso a la nueva candidata como Presidente del Gobierno. Sería aplicar por analogía el artículo 99.4 de la C.E. Una chorrada supongo, pero buscando soluciones se me ha ocurrido esa.
La Chorrada no es de Anónimo, sino de Alfredo
ResponderEliminarContesto a los últimos comentarios.
ResponderEliminarQuizá lo que esté fallando sean los controles. En una democracia consolidada como la nuestra y con una administración profesionalizada resulta difícil de entender que se puedan adjudicar contrataciones a dedo. Dentro de poco daré aquí mi opinión sobre este asunto.
En cuanto a la dimisión de Sánchez, después de su comparecencia de hoy ante los medios está totalmente descartada. Por otro lado, Feijóo sabe que una moción de censura no progresaría, porque no cuenta con respaldo. Su alianza con Vox espanta a muchos.
Hoy creo que está legislatura acabará cuando toca y no cuando la oposición lo diga.