Los del bla, bla, bla gesticulan y expresan su absoluta
repulsa a los corruptos, miran con preocupación al PSOE no vaya a ser que les caiga encima alguna mácula de culpabilidad y no pierden de vista a su electorado, al fin y al cabo
el objeto de sus desvelos. Pero cuando se les pregunta si mantienen su apoyo al
gobierno progresista, aunque eludan dar un sí taxativo por respuesta, no dicen
lo contrario. Algunos incluso se atreven a asegurar que apoyar una hipotética moción de
censura propuesta por Feijóo está muy lejos de sus intenciones.
Los del blo, blo, blo también gesticulan, pero no miran al
PSOE con preocupación, sino como sí acabaran de descubrir la quintaesencia de
la corrupción personificada, no en los corruptos, sino en la Fiera Corrupia que
han ido creando poco a poco, desde que se les desalojara del poder mediante un
democrático voto de censura, provocado precisamente por la acumulación de casos
de cohecho, nepotismo, tráfico de influencias y malversación de fondos que derivó en una sentencia condenatoria del PP. Se les hace la boca
agua al pensar que quizá ahora haya llegado su oportunidad.
El sábado oí desde la primera palabra a la última la
intervención del secretario general del PSOE en la apertura de su Comité
Federal. Me consta que se han hecho muchas valoraciones, desde las entusiastas hasta
las denigratorias, pasando por las mediopensionistas. La mía es de moderada
aprobación, pero sobre todo de reconocimiento de que, dada la compleja
situación, Sánchez ha dicho lo que tenía que decir. Me he apuntado tres
frases que, desde mi punto de vista, resumen perfectamente toda una declaración
de intenciones. La primera, continúo con la misma determinación. La
segunda, la hoja de servicios de este gobierno es excepcional. La
tercera, lo nuestro no es resistencia, es avanzar.
En estos momentos tengo la sensación de que esta legislatura
se acabará cuando corresponde, es decir en 2027. La oposición seguirá ladrando
sus rencores por las esquinas, porque no le cabe otra alternativa. La prueba es
que han convertido su congreso en un mitin anti Sánchez, sin propuestas
políticas sobre la mesa. Ver a Aznar amenazar con meter a los socialistas en la
cárcel produce pavor. Pero ahí está el de las Azores, dándoselas de líder
carismático, como si sobre su conciencia no pesaran los miles de iraquíes
muertos tras la innecesaria agresión que con su irresponsable mentira contribuyó
a provocar.
Pero del congreso popular hablaré en otro momento, porque para un curioso de la cosa pública no ha tenido desperdicio.
El discurso de Sánchez ha tenido el acierto de mencionar todo lo hecho por sus gobiernos, que ha sido mucho. Es el trabajo de un equipo, pero él lo ha liderado. Ahora bien, lo que ha dicho García Page también me parece correcto y lo viene diciendo desde hace mucho tiempo.
ResponderEliminarSanchez ha elegido a dos personas, aparentemente indeseables, para puestos excepcionalmente relevantes. Cada uno puede imaginar lo que Sánchez sabía de su comportamiento, pero en todo caso eso exige la dimisión de quien los nombró y puso en situación de perpetrar los delitos que parece evidente que han cometido.
En el PSOE hay otras personas, muy capaces, que podrían seguir liderando gobiernos fieles los principios del PSOE, continuando las políticas progresistas y manteniendo la dignidad del partido que ahora está en entredicho.
No soy militante del PSOE y por tanto mi opinión no cuenta. Sin embargo, la militancia apoya a Sánchez sin discusiones. Son ellos los que lo nombraron secretario general en un congreso y serán ellos los que, si llega el caso, lo sustituirán.
EliminarEn cuanto a Page, todavía no tengo claro cuales son sus discrepancias, porque en estos momentos lo que presenta es una enmienda a la totalidad.