Puede haber corruptos entre los políticos, pero que los
órganos de control fallen resulta incomprensible. Salvo que haya complicidad y
no estemos ante casos aislados protagonizados por delincuentes, sino frente a un
sistema administrativo viciado, lo que sería mucho más preocupante. A los
ladrones se les puede juzgar y meter en la cárcel si se descubren sus robos, pero mientras no se depuren responsabilidades entre los encargados de filtrar las
ofertas la corrupción seguirá campando por sus respetos. Parece como si aquel
viejo dicho de pon mis papeles encima de los de los demás no fuera una gracia sino
un modus operandis.
Hay algo que además llama la atención. En un caso de corrupción hay siempre un corruptor y un corrupto. No sólo hay que perseguir a los segundos, también a los primeros, porque mientras los empresarios sigan haciendo de su capa un sayo, siempre encontrarán a alguien que acepte mordidas. En el último escándalo que ha saltado al escenario público, el caso Cerdán, se habla mucho y con razón de los presuntos delincuentes, pero da la sensación de que los empresarios afectados pasan desapercibidos. Supongo que no será así y que en su momento se les exigirá responsabilidades, aunque de momento se oigan tan pocas críticas.
Este es un asunto muy serio, ya que si, como sospecho, los
engranajes de control están dañados, jamás se acabará con la corrupción, porque
siempre habrá algún delincuente a disposición de los que pagan comisiones. El gobierno debería iniciar inmediatamente una rigurosa revisión de los
procedimientos y de los
órganos de contratación responsable de las adjudicaciones. Seguramente se dirá
que su funcionamiento está perfectamente regulado y que los casos que van
surgiendo no son más que excepciones, pero la sensación que nos queda a los
ciudadanos es que no es así.
Lo más lamentable de todo es que, cuando los corruptos son
políticos, los legítimos mecanismos de la democracia se ponen en marcha para
depurar responsabilidades. Pero cuando se trata de fallos organizativos de la
administración no se oye un ruido, como si no hubiera nadie a quien le
preocupara esta parte de la corrupción.
Además, sospecho que si a las empresas pagadoras de comisiones ni se las nombra en este último caso, debe de ser o porque la oposición no saca provecho de ello o porque teme enfrentarse a la patronal.
Hay últimamente un clamor popular de "meter mano " de una vez a los corruptores (algo que hasta ahora no se criticaba de manera importante)
ResponderEliminarEs hora de que el gobierno prepare las leyes y normas adecuadas sobre contratación pública para evitar el cáncer que se está cargando a la democracia , a los partidos políticos y está dando lugar in crescendo a una enorme desafección popular sobre la política y en todo caso cargándose a los partidos de "centro" y potenciando enormemente a los partidos extremistas de izquierda y de derecha.
En fin, esto tiene muy mala pinta y no creo que el actual gobierno "tenga el coraje" de solucionar de una vez, el "que cada vez es mas fácil la mordida y la corrupción".
!! Ya Europa nos está echando el ojo sobre el asunto !!
Sólo dos matices. El primero es que si este gobierno continua, doy por hecho que entre sus medidas estará la de sanear la situación, porque le va mucho en ello. El segundo, que de la corrupción no se libran otros países de Europa. Desgraciadamente sinvergüenzas hay en todas partes.
EliminarDe momento el gobierno continua y según Pedro Sanchez hasta el 2027
Eliminar!! pues que tome medidas!! ¿A que hay que esperar?
En mi opinión, la cirugía que se requiere no se puede improvisar. Doy por hecho que algo se está preparando y que pronto sabremos qué medidas se toman. No nos olvidemos de que, además de tener que gestionar este escándalo, sigue al frente del gobierno de un país europeo con muchos compromisos internacionales.
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