28 de julio de 2025

Genocidio exterminador

 

Hay asuntos que ya he traído aquí en varias ocasiones y que es muy posible que siga trayendo de vez en cuando. Al principio, cuando, tras los atentados de Hamás en octubre de 2023 Israel inicio los ataques contra Gaza, casi nadie se atrevía a tachar las operaciones militares de genocidio. Pero, a medida que ha ido pasando el tiempo, ya son pocos los que todavía justifican la barbarie desatada contra los palestinos que viven en aquella zona. Sin embargo, la extrema derecha internacional, encabezada por Trump, sigue justificando la masacre y las derechas de algunos países eluden entrar en descalificaciones abiertas, escurriendo el bulto de las responsabilidades como suelen hacer en tantas ocasiones.

A la situación actual se le queda pequeña la calificación de genocidio, porque a lo que estamos asistiendo es a una auténtica operación de exterminio de todo un pueblo. Al fuego destructor de los tanques y los cañones israelíes se han unido en los últimos meses las muertes por inanición de una población que ni siquiera puede acercarse a la escasa ayuda humanitaria que le llega, porque el ejército de Israel, siguiendo las consignas de Netanyahu, apoyado desde el despacho oval por Trump, no contento con el genocidio perpetrado endurece los ataques en una clarísima operación para conseguir que los palestinos de Gaza desaparezcan de la faz de la tierra.

Al instinto exterminador de los actores activos de la tragedia se une el silencio cobarde y vergonzoso de los países de occidente, temerosos de herir los intereses de EE. UU., representados éstos en aquella conflictiva zona por Israel. La tímida actitud de unos, la abierta complicidad de otros y la incapacidad de la mayoría permite que el genocidio exterminador continúe y que los exterminadores campen por sus respetos. Ni siquiera el papa es capaz de pronunciar una palabra condenatoria, más allá de genéricas y alambicadas peticiones de paz y alguna solicitud de explicaciones cuando una iglesia católica fue alcanzada por los ataques israelíes.

Yo, como la inmensa mayoría de los ciudadanos, asisto cada día a través de la televisión a la masacre, a la imagen de niños depauperados, de ciudadanos blandiendo cacerolas para hacerse con algo de comida, de cuerpos destrozados extraído de los escombros. Me revuelvo en mi asiento y me pregunto si no me estaré convirtiendo con mi silencio en un aliado más de los genocidas. Un sentimiento de impotencia me invade y, lo que hasta ahora nunca me había sucedido, me doy cuenta de lo inútil de las protestas, de la imposibilidad de frenar esta ola desatada de violencia mientras Trump esté donde está y Netanyahu continúe al frente de su país.

Es tremendo, pero la sinrazón ha llegado a unos extremos de ignominia que me recuerdan otros tiempos ya pasado. Y entonces me pregunto, ¿no será que Atila y Al Capone han vuelto formando un frente destructor para saciar sus intereses.

Sólo me queda el consuelo inútil de denunciar desde aquí el genocidio exterminador.


9 comentarios:

  1. De acuerdo en que no sirve

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  2. Bravo!! Y gracias por recordarlo, porque la fuerza de la costumbre nos hace cómplices, aún sin pretenderlo

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    1. Es cierto. Nos acostumbramos a las atrocidades que vemos todos los días como si se tratara de algo normal y perdemos la perspectiva de la dimensión de la tragedia humana que hay detrás.

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  3. Es difícil entender que , tanto Trump, como Netanyahu, tengan un gran soporte de sus respectivos ciudadanos. Algo hemos hecho, y estamos haciendo mal, en la educación de los menores.

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    1. Alfredo, mucho me temo que sea el dinero que se gastan los poderes fácticos a través de los medios de comunicación el culpable de tanto fanatismo. ¿Quién financia a Vox?
      Poderoso caballero es don dinero.

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  4. La masacre de Israel contra el indefenso pueblo palestino no tiene nombre .......mejor dicho si lo tiene "el exterminio".
    ¿Cuáles son las razones de Israel para hacer lo que hace? pues acabar con Hamás (hasta donde yo se, un importante grupo terrorista) y la liberación de los rehenes israelitas.
    Los palestinos lo tienen muy fácil para dejar "con el culo al aire" a Israel y sus ansias exterminadoras........"liberar ya" a todos los rehenes israelitas (osea obligar a Hámas que lo haga)
    ¿Por qué no lo hacen?
    !! La coartada seguirá viva !!

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    1. No debemos confundir Hamás con Palestina. La primera es una organización guerrillera (para unos terrorista y para otros patriota) y la segunda una nación subyugada por Israel, que considera su existencia como un peligro para su propia supervivencia.
      Precisamente identificar Hamás con Palestina es lo que pretenden Trump y Netanyahu. No caigamos en su trampa.

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  5. Terrorismo viene de terror.
    ¿Qyé más terrorismo que el practicado por el gobierno de Israel?

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