13 de septiembre de 2025

Inmigrantes

 

Estoy convencido de que el complejo asunto de la inmigración se está tratando en Europa y en España en particular con una gran falta de realismo. Por los dos lados, por el de los que hacen del “buenismo” bandera de la defensa de los inmigrantes irregulares y por el de los que desde la xenofobia y el racismo cargan sus iras y sus odios contra cualquier extranjero que viva en nuestros países. Este tema es lo suficientemente complicado como para no tomárselo con la ligereza con la que se lo toman muchos ciudadanos. Se trata de una cuestión que afecta a los derechos humanos, pero también al futuro desarrollo económico de nuestro entorno geopolítico.

Que quede claro que yo, en cualquier caso, siempre antepondré la consideración de seres humanos que me merecen los inmigrantes a cualquier otra. Pero esta premisa no me impide reconocer que las avalanchas de inmigrantes que llegan a nuestro país y la obligada concentración de menores en centros inadecuados y mal dotados de recursos para atenderlos originen problemas de convivencia. La mayoría de los ciudadanos no sufrimos las consecuencias en primera persona, pero sabemos que hay vecindarios que viven en constante alarma por la presencia de “centros de MENAS” en su proximidad. No se me ocurre decir que se trate de delincuentes, pero qué duda cabe que cualquier grupo de adolescentes desatendidos y con niveles de formación bajos pueden potencialmente crear conflictos.

Por eso, si a la obligada defensa de los derechos humanos unimos que España para mantener su desarrollo económico necesita inmigrantes, está claro que hay que activar protocolos de asimilación y de atención adecuados. Por supuesto que estos planes cuestan dinero, pero, visto desde una perspectiva económica, el retorno de la inversión está garantizado. Los partidos políticos, en vez de enzarzarse en discusiones sectarias sobre el trato que hay que dar a los inmigrantes, deberían ponerse de acuerdo en promover políticas, no sólo de asilo, sino sobre todo de asimilación. Porque se trata de una necesidad nacional.

Lo que sucede es que ahora todo está enmascarado por la suicida confrontación entre progresistas y conservadores, los primeros defendiendo la inmigración contra viento y marea y los segundos pidiendo que se les impida la llegada a tiros si fuera necesario. No hay realismo por ninguna de las partes, porque la izquierda no debería dar la espalda a los conflictos sociales que una inmigración descontrolada puede originar ni la derecha olvidar que, además de que España necesita a los inmigrantes, son personas a las que hay que tratar como se merecen.

Pero como vivimos tiempos de turbulencias políticas, de anteposición de intereses partidistas a los que de verdad habría que atender sin miopías ideológicas y sin mezquindades sectarias, lo cierto es que no parece que ni los unos ni los otros estén dispuestos a aceptar el reto de arbitrar políticas inteligentes de asimilación para los que llegan a nuestro país con el único y legítimo propósito de mejorar su nivel de vida.

Los bosques se incendian por falta de medidas preventivas y los inmigrantes se hacinan porque nadie es capaz de entender que se trata de un fenómeno imparable al que hay que dar el tratamiento adecuado. Mientras tanto, todos a la gresca y la casa sin barrer.

2 comentarios:

  1. ¿Inmigrantes Legales o Ilegales?
    Si estamos hablando de inmigrantes ilegales y España necesita traer gente inmigrante como comentas y parece que es una realidad, que nuestros sesudos e inteligentes políticos adapten y/o modifiquen las leyes, para que lo normal sea la "inmigración Legal" y no tener el calvario diario de la inmigración exclusivamente ilegal.
    "Las leyes están para cumplirlas" y salvo en los casos que comentas de derechos humanos (que conviene matizar , definir e incluir en las leyes), el resto de la inmigración debería tener clara su situación en la legislación europea y en la española.
    Este asunto no debería ser noticia en todos los telediarios un dia si y otro también.

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  2. A mí no me gusta el término inmigrante ilegal, prefiero el de irregular. Dicho esto, todos los inmigrantes están en situación irregular cuando llegan. No tiene papeles.
    Las leyes están ahí, muchas de ellas de rango europeo, sin olvidar la Declaración de Derechos Humanos de la ONU.
    La realidad es que los inmigrantes llegan y seguirán llegando, que se necesitan para garantizar nuestro progreso económico y que la miopía de los políticos está convirtiendo en un problema lo que debería tratarse con inteligencia, poniendo en práctica políticas de asimilación dotadas del correspondiente presupuesto económico.

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