No tengo claro qué hay detrás de esta encubierta defensa por
parte del PP de los que están masacrando a la población gazatí, aunque sospecho que,
además de no querer ganarse las antipatías de Trump, esté el temor a que
Sánchez logre movilizar a favor de la causa palestina a una gran parte de la
población española, además de contribuir con su política de denuncias a despertar muchas conciencias europeas que por distintas causas parecen estar
adormecidas. Sería un éxito político que le daría un gran prestigio, lo que a la oposición no debe de hacerle mucha gracia.
La expresión “estar al lado de la Historia”, en boca de
muchos estos días y que parece sacada de un manual de proverbios o de
consignas políticas, no es baladí. La magnitud de las atrocidades
cometidas por los colectivos humanos no suele verse en su totalidad cuando se
observan a corto plazo. Por lo general es preciso que pasen años y a veces hasta lustros para que se pueda medir su alcance, porque se necesita que el tiempo elimine los
vapores de subjetividad que empañan la realidad.
Le he oído decir a Josep Borrell, ex alto representante de
política exterior de la Unión Europea durante varios años, al que por tanto no se le puede negar un gran conocimiento de los conflictos internacionales, que el genocidio de Gaza constituye una
de las páginas más oscuras de la historia de la humanidad. Hace unos días, durante el primer ataque para ocupar la ciudad de Gaza por parte del ejército de Israel, en poco más de seis horas de bombardeos
continuos se contabilizaron hasta sesenta y cinco muertos. Sin embargo, como la
noticia es recurrente, un día sí y otro también, parece como si la tragedia no acabara de
calar en la conciencia de los ciudadanos europeos, como si la barbarie cometida
por Netanyahu no fuera con ellos. Incluso algunos han llegado a interiorizar
que se trata del derecho de Israel a defenderse.
A pesar de los altercados callejeros, de los porrazos de los
antidisturbios y de los cortes de tráfico, yo aplaudo a los que con decisión y
sobre todo con tenacidad han conseguido que la Vuelta Ciclista a España no acabara donde estaba
previsto. Es una forma muy expresiva de poner de manifiesto el apoyo a un
pueblo, el palestino, sometido a un proceso lento y cruel de aniquilamiento.
Ojalá cunda el ejemplo y veamos en Europa otras interrupciones y otras muestras de solidaridad
con las víctimas del genocidio.
El primer paso ya se ha dado y me siento muy orgulloso de haya
sucedido aquí, en mi país.

Yo creo que Feijoo y el PP en general, con tal de llevarle la contraria al gobierno, lo que sea.
ResponderEliminarAyuso dice que eso es una guerra y con eso pretende arreglar su conciencia y las de sus seguidores.
El ejemplo ya se dio hace tiempo cuando empezó esta masacre: es como si en tiempo de ETA al gobierno le hubiera dado por bombardear Bilbao.
Es cierto, pero además no perdamos de vista que temen haberse equivocado en su estrategia. Hoy mismo, Feijóo ha cambiado de tomo y ha empezado a admitir que la situación es inadmisible. Lo de Ayuso es otra cosa; le está disputando a su jefe el liderazgo del PP.
EliminarEstupendo artículo Luis. Fue super emocionante aportar nuestro granito de arena parando La Vuelta por el significado que ello representa a los que blanquean el ente sionista.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Luis. No había visto tu comentario y por eso no te había contestado hasta ahora. Vuestro granito de arena ha movilizado muchas conciencias adormecidas y ha ayudado a que los de siempre se retraten como lo que son, fachas de desnortados y desfasados con la realidad del mundo.
EliminarEnhorabuena.