Yo comprendo que la ola de calor, por un lado, y los consecuentes incendios forestales, por otro, son noticias que hay que dar. Pero llama la atención que cualquier informativo, de cualquiera de las cadenas que suelo ver u oír, dedique diez minutos diarios a estos concretos temas, naturalmente en perjuicio de otros asuntos, nacionales e internacionales, que siguen sucediendo todos los días. Puede ser que lo que ocurra es que los periodistas estén de vacaciones y las redacciones se resientan de la falta de profesionales. No lo sé, pero lo cierto es que durante estos meses baja mucho el nivel de interés de las noticias.
Quizá me queje porque cuando no se reciben noticias el cerebro se resiente. En mi caso, además, el asunto es más grave, porque para escribir estas “irreflexiones” necesito alimentar la mente con lo que me aportan las ondas, ya que el letargo estival me aísla un poco de la vida activa y me sumerge en la recreativa, que en ocasiones no es más que contemplativa de la tele o auditiva de la radio. Y claro, si no me llegan novedades por esa vía, me siento desamparado, como pez fuera del agua.
Ahora bien, siempre me quedará el recurso de la especulación intelectual. Por eso, hoy me ha dado por pensar en la conocida frase de hacer de la necesidad virtud, una expresión que resume la idea de sacar ventaja de las desventajas y beneficio de las desgracias. No es fácil conseguirlo, pero yo lo intento todos los días y a veces hasta lo consigo. Quizá se trate de voluntarismo, en el sentido de intentar la preeminencia de la voluntad sobre el entendimiento, pero lo cierto es que practicarlo me trae ventajas. Otros dicen querer es poder, una idea que, aunque no sea equivalente a la anterior, viene a decir que, si quieres puedes ver las cosas de otra manera, lo malo, regular, lo regular, bueno, y lo bueno, excelente.
Quizá, hacer de la necesidad virtud signifique lo contrario que la frase los dedos se me antojan huéspedes, que significa que uno tiene tanto miedo de lo que le rodea que hasta sus propios dedos le parecen los de otro que le estuvieran tocando. No lo sé, pero yo prefiero creer en que la vejez aporta ventajas al individuo, más experiencia y más sabiduría, que estar todo el día pensando en aquello de que cada minuto que pasa estoy más torpe y esto no hay quien lo remedie. No es más que un ejemplo, que no sé por qué se me habrá ocurrido a estas alturas, así, de repente.
Hay que ver lo que dan de sí las
serpientes de verano, las olas de calor y los incendios forestales. Y es que el verano es muy duro.
Es muy duro, efectivamente, cuando sólo nos informan de incendios, sequías, cambio climátici, inflación galopante, subida de la luz, cortes de gas, guerra de Ucrania, etc etc etc.
ResponderEliminarEl anónimo de arriba soy yo, Fernando. Otra vez se me olvidó firmar, vaya vaya.
ResponderEliminarMenos mal que tenemos a la Presidenta de la Comunidad de Madrid para originar noticias, que no son serpientes de verano, como su espectacular declaración sobre su intención de incumplir el decreto que establece las medidas de ahorro de energía.
ResponderEliminarAsí es, Fernando. Entre la realidad y las exageraciones catastrofistas de los interesados en hacernos creer que todo está mal no hay quien pare.
EliminarEsa es una buena noticia, Alfredo. Pero quizá la supere en interés ciudadano la opinión de alguno de los críticos del gobierno cuando dicen que si se apagan los escaparates aumentarán las violaciones. Sin olvidar la del que critica las medidas para el ahorro de energía alegando que el decreto no aclara cuando hay que volver a encender las luces, de manera que apagándolas y volviéndolas a encender inmediatamente no se incumple la disposición.
Eliminar¡No sé por qué me quejo de falta de noticias!