24 de noviembre de 2020

Bildu (entre la ética y la estética)

Algún día me dedicaré a ordenar cronológicamente el argumentario político del Partido Popular. Ya sé que es una labor ardua, porque todos los días nos desayunamos con alguna nueva noticia de los “desmanes” del gobierno. Ayer fue el apoyo de Bildu a los presupuestos, hoy es la ley Celaá y mañana lo que los asesores del señor Casado decidan. Como los motivos que escogen tienen poca consistencia, su efecto no suele tener demasiada duración, una realidad que obliga a los pensantes del PP a una constante realimentación de los temas de controversia, no vaya a ser que su electorado se quede sin asunto que criticar.

Que Bildu esté dispuesto a apoyar los presupuestos del Estado puede resultar a la vista de muchos poco estético, no lo voy a negar. Durante muchos años sus antecesores estuvieron apoyando a la banda terrorista ETA y, como consecuencia, en la mente de muchos españoles ha quedado un poso de repugnancia que es muy difícil eliminar. Son los restos de la indignación acumulada durante decenios de barbarie asesina, de salvaje despropósito. Eso está ahí, es una realidad y sólo el tiempo será capaz de conseguir que sus efectos desaparezcan o al menos se mitiguen.

Ahora bien, ya en aquella época éramos muchos los que razonábamos como demócratas que lo inadmisible no eran los objetivos de los separatistas sino sus métodos. Por aquel entonces se decía que abandonaran los tiros en la nuca y las bombas de lapa y entraran en la vía del diálogo democrático. Por eso, cuando aquel deseo se ha cumplido, porque ETA ha dejado de sembrar el terror y los herederos de quienes los apoyaban han entrado en la dinámica parlamentaria, se impone usar distintos criterios de los que utilizábamos entonces. Bildu es un partido político legal que, desde sus posiciones de izquierda, prefiere apoyar unos presupuestos progresistas como los que ha presentado el gobierno de Pedro Sánchez, en vez de hacerle el juego a la derecha y obligar a convocar elecciones anticipadas.

No me olvido de las concesiones a las que se haya visto obligado el gobierno para conseguir el apoyo de Bildu, porque es evidente que en un sistema parlamentario los votos no se regalan. Eso lo sabe muy bien el PP, que gobierna donde gobierna gracias a unos votos prestados que naturalmente tienen sus contrapartidas. Ahora bien, cuando las concesiones son de carácter legal forman parte del juego político. Si estas vulneraran la legalidad, estaríamos hablando de otra cosa muy distinta, pero no es el caso.

Aunque comprendo que a veces es muy difícil discernir, no hay que confundir la estética, que hace referencia a la belleza de las cosas, con la ética, que se refiere a la moral de los comportamientos humanos. Aceptar el apoyo de Bildu puede resultar poco estético, pero no vulnera en absoluto la ética. Todo lo contrario, lo inmoral sería no luchar por sacar adelante unos presupuestos que, si bien en cualquier situación son necesarios, mucho más cuando una pandemia inesperada puede dejar a España al borde del colapso económico.

El señor Casado y sus compañeros de viaje en esta triste etapa del PP deberían centrar su oposición en presentar enmiendas conservadoras al presupuesto del gobierno progresista, en vez de hacerlo a la totalidad. Ya sé que esto es pedirle demasiado a una derecha que no acaba de aceptar su derrota en las urnas, pero en una situación de emergencia nacional, como está nuestro país, es posible que muchos de sus votantes de centro se lo agradecieran. Sin embargo,  no está dispuestos a conceder el mínimo apoyo y sólo les queda gritar por las esquinas que los presupuestos se van a aprobar con el apoyo de los amigos de los terroristas.

Ya lo he dicho antes, ayer fue Bildu, hoy es la ley Celaá y mañana ya veremos.

3 comentarios:

  1. Alfredo Diez Esteban24 noviembre, 2020 20:02

    Desde luego el PP de Casado no es un ejemplo de bien hacer político y lo muestra en la forma en que critica el apoyo de Bildu a los PGE. Bildu, al igual que Vox, es un partido legal y en la medida que actúe conforme a la Ley no se le puede apartar de la actividad política. ¿Por qué debe rechazar el PSOE ese apoyo? Hubiera sido más adecuado que el PP centrase su crítica en las concesiones que el Gobierno haya podido hacer a cambio del apoyo. Algunos pensamos que Sánchez no es un buen negociador y cede demasiado fácilmente ante las demandas de los independentistas.

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    1. Querido Alfredo, desde mi punto de vista las concesiones son muchas veces de carácter anecdótico, quiero decir pensadas para el electorado del partido del que haya conseguido el apoyo. Hasta ahora yo no he visto ninguna que vulnere el programa socialista ni mucho menos la "legalidad vigente". Por tanto, no me parece mal negociador.

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  2. Alfredo Diez Esteban25 noviembre, 2020 18:36

    Luis, yo creo que esas "concesiones de carácter anecdótico" son gestos y en política los gestos son importantes. Los efectos de los gestos no suelen ser inmediatos, pero van modelando la opinión de la gente.
    ¿Has leído en El País de hoy el artículo de Francesc de Carreres?

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