He leído en algún foro lingüístico
que la palabra “sumergente” está en desuso. Por tanto, la entrecomillo para evitar ofender a los puristas. No obstante, como a mí me encanta apoyarme
en las palabras, aunque se trate de arcaísmos, voy a utilizarla como lo contrario de emergente. Esta última la estuvimos utilizando con bastante
frecuencia para referirnos a los partidos de supuesta nueva cuña, aquellos que
habían aparecido en el escenario político español de repente, por arte de birlibirloque. Hubo varios, pero hoy voy a referirme a Ciudadanos
y a Podemos, dos formaciones políticas que están en riesgo de convertirse en "sumergentes".
He dicho de supuesta nueva cuña, porque en realidad se trataba de variantes de los modelos originales. Respondían más a intenciones personales de sus fundadores que a auténticos cambios ideológicos. Los que fundaron estos partidos nunca introdujeron nuevos conceptos en el panorama político español, quizá porque no hubiera espacio para ello. Para diferenciarse de lo ya existente, tenían que acudir a la comparación, al famoso “yo soy más que tú”. Todavía resuenan en mis oídos aquellas acusaciones de Ciudadanos al PP de no entender el problema catalán, y por tanto de poner en peligro la integridad de España, o aquellas otras de pertenecer a la casta, que machaconamente le dirigía Podemos al PSOE.
Ciudadanos siempre fue conservador, pero quiso mimetizarse de centro liberal. Nunca lo consiguió, aunque es cierto que en algún momento, aprovechando la ola de su efímero triunfo en Cataluña, dio la sensación de haber llegado para quedarse. Hoy está al borde de la desaparición. A sus líderes se les ve tan desesperados, o quizá tan desorientados, que no parece que acaben de encontrar un mensaje que resulte coherente. El PP les ha humillado, pero aun así continúan brujuleando a su alrededor como fieles mascotas o como si tuvieran el síndrome de Estocolmo. Sin embargo, mucho me temo que su situación de caída libre sea absolutamente irreversible. Dentro de muy poco podrían haber pasado de emergentes a “sumergentes”.
El caso de Podemos, aunque en muchos aspectos se parece al de Ciudadanos, es algo distinto. En su caso, las diferencias con su “matriz” -el PSOE- son mucho más cuantitativas que cualitativas. Pretenden conseguir más en menos tiempo. Los objetivos de los dos partidos coinciden en gran parte, porque al fin y al cabo estamos hablando de progreso social, de defensa de los menos favorecidos y de lucha por la igualdad de oportunidades. Pero mientras que el PSOE pisa el terreno de la realidad, porque no pierde de vista el mundo en el que nos desenvolvemos, Podemos no repara en obstáculos y va derecho a asaltar los cielos.
Que Podemos vaya a desaparecer o dejar de influir en el panorama político español sólo depende de ellos. Tengo la sensación de que algunos de sus dirigentes ya se han dado cuenta de que se habían equivocado de estrategia y empiezan a maniobrar para corregir. Han tenido una magnífica ocasión de demostrar su capacidad al compartir responsabilidades de gobierno con el partido socialista. Algunos, como Yolanda Díaz, lo han aprovechado, sumándose al carro de las reformas moderadas, haciéndose oír, pero no desentonado. Sin embargo, Pablo Iglesias ha discrepado tanto que se ha visto obligados a abandonar el gobierno, primero porque no debía de sentirse muy a gusto en su sillón ministerial y segundo para intentar salvar a su partido de una posible "sumergencia"en las autonómicas de Madrid.
Como ya falta muy poco para las elecciones del 4 de mayo, lo dejo aquí. Ya habrá tiempo para sacar conclusiones. Pero, no lo olvidemos, la pólvora ya estaba inventada
En España debemos caber todos, desde Podemos hasta Vox. Dicho eso, estaría contento de la tendencia a la baja de Podemos si esa tendencia se produjese también en Vox, de forma que el panorama político estuviese ocupado básicamente por el Centro-Derecha y el Centro-Izquierda. Sería también deseable un partido bisagra, pero los hechos demuestran que la vida de estos partidos - muy útiles en teoría - suele ser difícil y corta.
ResponderEliminarLa democracia es la democracia o, dicho como tú lo dices,cabemos todos. Lo que yo me pregunto en el artículo es si también caben los que intentan ocupar un sitio que ya estaba ocupado,los que pretenden inventar la pólvora cuando ya estaba inventada.
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