Yo quizá hubiera sido más suave y hubiera escogido otro,
como por ejemplo “Se defiende como gato panza arriba”. Porque el ilustre
presidente de la comunidad valenciana, acosado por todas partes, incluso por
los de su propio partido, ya no sabe qué decir para librarse de las acusaciones de
inepto que recaen sobre su persona. Ha escogido la estrategia de la burda mentira, olvidándose de que a un
mentiroso se le coge antes que a un cojo.
¿Sabe el señor Mazón lo que ha costado y sigue costando la
movilización de la UME? ¿Ignora a caso el desembolso del Estado en la
reparación de las infraestructuras básicas, autopistas y ferrocarriles? ¿Nadie
le ha dicho los millones de euros que el ejecutivo central está dedicando a
ayudas directas a los damnificados, todas ellas perfectamente detalladas en el
BOE?
Yo puedo llegar a entender que, cuando uno ha cambiado tantas
veces de versión sobre su injustificada ausencia en los primeros momentos de la tragedia,
esté desesperado y no sepa a qué clavo ardiendo agarrase. Pero acudir a
la falsedad, a la falacia y al embuste manifiesto, sobre todo cuando todo lo
que dice es muy fácil de desmentir, demuestra, no sólo su falta de talla
política, sino también su carencia de principios morales.
Las hemerotecas desmienten sus acusaciones. No
sólo las hemerotecas, sino también la ingente información gráfica que nos ha
ido llegando a todos de las actuaciones de los recursos del Estado desde el
primer momento. Pero Mazón, no sólo niega la mayor, sino que además mete a la
tragedia humana de los palestinos por en medio, una comparación absolutamente
improcedente, sólo digna de un político más torpe que donde los hagan.
Feijóo, consciente de la torpeza de su barón, lo defiende en
público, lo arropa e intenta darle algo de oxígeno, por supuesto con la boca
chica. Yo no creo que Mazón vaya a pasar la criba del próximo congreso del
partido popular en Valencia, porque reelegirlo como presidente supondría someter
al PP a un riesgo electoral innecesario. Los valencianos tardarán mucho tiempo en olvidar
su ausencia injustificada en los primeros momentos de la tragedia, entre otras cosas porque, si hubiera estado desde el
primer momento al frente de las medidas que había que tomar, es posible que se
hubieran evitado muchas muertes.
Pensándolo bien, no voy a cambiar el título de este
artículo, porque mucho me temo que el citado comentarista tenga razón: no se puede ser
más miserable en tan poco tiempo.
Absolutamente despreciable
ResponderEliminarLo nunca visto en torpeza política y en bajeza moral.
EliminarCuanto más lo leo, más miserable me parece. Absoluta falta de respeto a los miles de muertos en Gaza, a los valencianos y a una mínima inteligencia. Tan responsable es este personaje y todos los que le apoyan o callan
ResponderEliminarCuando la inteligencia es mínima, por no decir nula, lo demás viene por añadidura: falta de respeto a los valencianos y a los muertos de Gaza.
EliminarLos que le apoyan, directa o indirectamente, se convierten en cómplices del disparate.