22 de junio de 2020

El dinero europeo y los patriotas españoles

Una de las mayores infamias que se pueden cometer en política  es la de no apoyar al gobierno de turno en cualquier negociación de carácter internacional. Si además, como es el caso de las actuales conversaciones en el seno de la Unión Europea, se trata de discutir las cantidades de dinero que se van a recibir y las condiciones que rijan los préstamos o las subvenciones recibidas, las maniobras por parte de la oposición para dificultar el logro de un buen acuerdo sólo pueden calificarse de traición a los intereses de España.

Lamentablemente eso es lo que está sucediendo en estos momentos con algunos de los representante de los partidos de la derecha española en Europa. Con el pretexto de que lo que pretenden con sus maniobras es que el dinero se utilice adecuadamente y no en políticas partidistas, están moviendo todos los hilos que pueden para influir en el ánimo de los que tienen que decidir las ayudas. Una labor tan descarada, que ni siquiera tratan de disimular. Parece como si, para debilitar al gobierno español, estuvieran dispuestos a aliarse con los enemigos de su propio país.

La oposición sabe que si se consiguen las ayudas en buenas condiciones de devolución, Pedro Sánchez obtendría un indiscutible triunfo político, no sólo porque habría doblegado la voluntad de los socios más reticentes del norte de Europa, sino además porque con ese dinero España podría salir con más facilidad de la crisis que se nos avecina. Dos victorias, una política y otra económica, que afianzarían al gobierno, triunfos que los tramontanos que ahora manejan los partidos conservadores en España no están dispuestos a consentir.

Resulta difícil de creer, pero es así. La oposición no sólo no está respaldando como debería las arduas negociaciones del gobierno con la Comisión, sino que las está boicoteando. Pero es que además lo está haciendo de la manera más burda que se puede hacer, alertando de posibles despilfarros, aleccionando para que se arbitren controles y sugiriendo que se aten muy de corto los movimientos del gobierno español. Es como si les persiguiera el recuerdo de lo que les pasó a ellos en la crisis financiera, cuando gobernaban. Entonces se nos exigieron unos sacrificios que ahora podrían obviarse, porque los fundamentos de esta recesión nada tienen que ver con los de aquella.

Por eso lo digo alto y claro: lo que está haciendo la oposición en este asunto es una auténtica traición a los intereses de los españoles que no admite excusas. Los que presumen de patriotas y se envuelven en banderas nacionales como si fueran capas de Superman están maquinando con vileza contra su país, sólo con la mirada puesta en hacerse con el poder cuanto antes. Han encontrado otro frente donde atacar y no se andan con miramientos. Lo importante para estos líderes no son los españoles, sino que sean ellos y no el gobierno actual los que dirijan los destinos del país. Cuanto peor, mejor, se repiten. Ya llegaremos nosotros a deshacer los entuertos.

Le oí decir el otro día a uno de los líderes de la derecha que algunos de los países que ponen trabas a la concesión de préstamos a los más afectados por la crisis tienen gobiernos socialdemócratas, de manera que “convénzalos usted, señor Sánchez, porque son de los suyos”. Hacía tiempo que yo no veía en este país una desvergüenza mayor. Mejor dicho, hacía tiempo que nadie se atrevía en España a ejercer tanta ignominia.

2 comentarios:

  1. Quisiera pensar que el PP quiere controles compatibles con lo mejor para España, lo que en teoría es posible, pero visto su comportamiento general, hay que pensar que actúa en Bruselas de la misma forma que en España, buscando únicamente la ventaja electoral. Es bastante evidente que a Casado le viene grande el papel de líder de la oposición.

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  2. Pues sí. La previsible victoria con mayoría absoluta de Núñez Feijoo en Galicia quizá le haga meditar.

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