13 de julio de 2020

Inquietantes y perturbadoras noticias

El día 15 de julio de 2018 publiqué en este blog un artículo, “Reino o república”, en el que explicaba mi posición sobre este asunto, que no ha cambiado ni un ápice desde entonces a pesar de las noticias que nos llegan sobre el comportamiento del rey emérito. Si mis amigos lectores de estas líneas quieren recordar mi opinión, les remito a su lectura, para lo cual he dejado arriba el enlace correspondiente.

En aquel artículo no decía por innecesario que muchos de los que votaron a favor de la Constitución a pesar de que suponía el retorno de la monarquía, lo hicieron convencidos de que el nuevo rey habría aprendido la lección de la Historia y se comportaría con la integridad moral que le exigía desempeñar el cargo de jefe del Estado. Yo fui uno de ellos, ya lo decía en aquel artículo, y por eso también soy de los que se sienten enormemente frustrados ante lo que se va sabiendo. En mi caso, además de frustrado, indignado, porque nunca pude llegar a pensar que Juan Carlos I pudiera estar bajo sospecha de un latrocinio como el que está ahora en boca de todos, más propio de otras latitudes.

Como soy también un defensor de la presunción de inocencia, no voy a entrar ahora en conjeturas jurídicas. Los tribunales de justicia dirán -eso espero- lo que tengan que decir, pero sí voy a dar mi opinión sobre dos asuntos relacionados con la reacción de algunos políticos ante los supuestos regalos millonarios y las cuentas opacas, ya que son completamente independientes de lo que pueda suceder con la justicia.

Empezaré por decir que me parece perfecto que el presidente del gobierno se haya referido al escándalo, como respuesta a una pregunta de los medios de comunicación, con la expresión de noticias inquietantes y perturbadoras. Es cierto que su posición institucional lo obliga a la máxima prudencia, pero no los es menos que no debe disociarse de la realidad hasta el punto de no reconocer que el Estado tiene  un auténtico problema, que entre otras cosas afecta a la estabilidad del país y a su credibilidad frente a la opinión internacional. Pablo Casado lo ha acusado de no proteger al rey, uno más de sus ataques fuera de tono. Habría que preguntarle al líder conservador qué hubiera hecho o dicho él, si disimular mirando hacia otro lado o mentir diciendo que aquí no pasa nada.

La segunda reflexión que me sugiere el escándalo es que los que ahora dicen defender a la monarquía contra los vientos y las mareas de la triste realidad nunca estuvieron, salvo pocas excepciones, a favor de aquella institución. Los herederos del franquismo, que vilipendió a don Juan de Borbón durante cuarenta años y que retrasó todo lo que pudo la reinstauración, se han convertido de repente en una chocante guardia pretoriana. Ellos sabrán lo que hacen con sus estrategias, pero, si no son capaces de permitir que se separe convenientemente lo podrido de lo sano, corren el riesgo de favorecer lo que intentan evitar. La monarquía, que en la España contemporánea nunca gozo del arraigo popular necesario, corre más peligro si se defiende partidistamente que si la sensatez institucional procura proteger la estabilidad poniendo los puntos sobre las íes.

Veremos en qué acaba todo esto. De momento el escándalo está servido, con el consiguiente riesgo de inseguridad institucional, algo que, con tantos frentes abiertos, parece poco conveniente. Pero, dada la vehemencia de los antimonárquicos, unida a la irresponsabilidad partidista de los "nuevos monárquicos", no me extrañaría que se avecinaran tiempos tormentosos. Todo dependerá de la habilidad del gobierno para manejar la difícil situación y -no lo perdamos de vista- de la actitud de la propia casa real.

6 comentarios:

  1. Alfredo Diez Esteban14 julio, 2020 11:38

    Me ha sorprendido que no se vea en el artículo ninguna referencia a Felipe VI, cuyo comportamiento no se parece, al menos hoy por hoy, al de su padre.
    Desde un punto de vista lógico no me gusta el sistema monárquico, pero si sirve para unir, lo acepto. Hay demasiados políticos dedicados a separar a unos españoles de otros. Esto, aunque lo diga Vox, es verdad. España tiene un cierto peso en la UE casi únicamente por sus 47 millones de habitantes. No perdamos ese patrimonio.

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  2. Creo que sí menciono a Felipe VI, aunque lo haga de manera indirecta. Cuando hablo de la defensa de la institución, me refiero a él. Y cuando digo lo de separar lo podrido de lo sano, también.
    Por cierto, Alfredo, no acabo de entender qué tiene que ver el peso de España en Europa con éste asunto. A no ser que te refieras a que el escándalo "real" nos desacredita ante nuestros socios.

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  3. Alfredo Diez Esteban15 julio, 2020 19:31

    Soy consciente de mi obsesión por la unidad de España. Creo firmemente que la unidad e integridad de España es algo que hay que conservar y que es lo que nos da un cierto peso en la UE. Se me debe haber quedado grabado el primer punto de la Falange que estudiamos hace más de sesenta años en Formación del Espíritu Nacional “España es una unidad de destino en lo universal. Toda conspiración contra esta unidad es repulsiva. Todo separatismo es un crimen que no perdonaremos ...”
    Por eso, aunque no tenga especial simpatía por el sistema monárquico, lo acepto porque es un símbolo de la unidad de España, al igual que la bandera y el himno. Nada que ver con profundas creencias; sólo que es útil. Conviene fijarse en el valor que dan en otros países europeos a estos símbolos. Los nacionalistas tratan de minar los símbolos haciendo ver que el rey es un personaje innecesario, la bandera, un trapo y el himno, una música de mala calidad.
    Dicho lo anterior, estoy de acuerdo con el Presidente del Gobierno en que habrá que hacer lo necesario para preservar en lo posible la institución ante lo que parece ser una conducta indefendible del Rey Emérito.

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  4. No hace alta remontarse a referencias fascistas. La Constitución define sin lugar a dudas la unidad de España. Pero, ojo, no hay nada que pueda justificar los delitos provenientes de las altas magistraturas del Estado.

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  5. What I do not understand in the latest royal scandal is: how did Juan Carlos receive all these millions of €. In usual case of corruption, Juan Carlos would have paid the Saudis to employ a Spanish company to build the railway. In this case, Juan Carlos receives millions of € as a present, for having a cup of tea with the Saudi King.
    Spain is lucky to have Felipe. He could have turned out like his father, or even worse.
    In the whole of Europe,the monarchies should be abolished, and elected presidents installed. Places like Monaco, Andorra etc should be absorbed, possibly as European "colonies" and all tax havens eliminated. This is still possible.... yes, podemos. Perhaps better without Pablo...??

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  6. Thank you for your extensive commentary. Nobody knows the real reasons why the Saudis paid this big ammount of money. I hope the judges will finish clarifying the whole matter. But, anyway, it is a very worrying matter.
    I hope see you frecuently in this blog.

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