22 de enero de 2021

El arte de la prudencia

Doy por hecho que Pablo Iglesias no ha leído el “Arte de la prudencia”, esa maravillosa colección de consejos para desenvolverse en la vida con sensatez y cordura que nos dejó Baltasar Gracián, el genial escritor del Siglo de Oro. Últimamente, por razones desconocidas -aunque sospechemos cuáles son- se prodiga en declaraciones que, además de no perseguir ningún objetivo político concreto, levantan inútiles polémicas y dan oportunidad a los enemigos del gobierno a alzar la voz airadamente,  no contra él, por cierto, sino contra quien lo nombró vicepresidente segundo. Comparar la situación de Puigdemont con la de los exiliados republicanos tras acabar la guerra civil es una estulticia impropia de un profesor universitario y una comparación muy desmañada para proceder de un político en activo.

Supongo que lo que mueve al líder de Unidas Podemos a entrar en estas estériles polémicas es sacar pecho y no dejarse eclipsar por la sombra de los socialistas. Aunque también pudiera suceder que detrás de sus salidas de tono y de contexto sólo hubiera irreflexivas improvisaciones, ocurrencias del momento o pataletas de niño cabreado. Pero sean cuales fueran las razones que lo impulsan a salirse del guion de la prudencia política con tanta frecuencia, lo cierto es que lo único que consigue es un desgaste inútil para él, un desprestigio ante quienes lo votan y una alerta merecida entre los que ahora gobiernan España. A cambio, ni un solo rédito político.

Su proceder puede juzgarse desde muchos puntos de vista. Algunos pensarán que es un auténtico hombre de izquierdas, de los que no se muerde la lengua frente a las injusticias. Otros, que son cosas de Pablo Iglesias, del que ya se sabe que siempre va por libre. Sus adversarios lo tildarán de populista y de bolivariano o, algunos, incluso de enemigo de España. Yo, sin embargo, que procuro huir de los tópicos y de los estereotipos, me limitaré a opinar que lo que le ocurre al vicepresidente para asuntos sociales es fruto de una cierta inmadurez. No lo digo por su edad, sino por la rapidez con la que para él se han desarrollado los acontecimientos. Ha pasado en muy poco tiempo de docente a agitador de masas y, de aquí, a miembro del gobierno, lo que es posible que le haya provocado alguna carencia en las dotes que se requieren para desenvolverse en el difícil escenario de la política.

En cualquier caso, se juzgue como se juzgue, sus ocurrencias no favorecen en nada lo que dice defender. Las reformas sociales sólo se pueden realizar desde el gobierno. De manera que un político prudente debe ante todo evitar inútiles discusiones que pongan en peligro su continuidad al frente de las responsabilidades de gobierno. Fuera de éste, nada se puede hacer, sólo vociferar, como le sucede ahora a la oposición de derechas. Pero si continúa dando carnaza a sus adversarios, contribuirá a la pérdida de credibilidad de quien lo nombró para el cargo que ocupa y por tanto pondrá en peligro la puesta en marcha de los programas sociales que está llevando a cabo este gobierno. Una auténtica contradicción, un desatino que clama al cielo.

Yo le pediría a Pablo Iglesias la prudencia que aconsejaba Baltasar Gracián. Con ella posiblemente contribuiría con bastante más eficacia a conseguir los propósitos que proclama que lo mueven a estar en política. Es posible, no lo voy a negar, que se hablara menos de él. Pero le haría un favor enorme a la causa del progreso social.


2 comentarios:

  1. Me pregunto si solo le interesa el progreso social en la medida en que le sirva para su propio progreso. Pienso que Yolanda Diaz, por ejemplo, sí está interesada en el progreso social, trabaja para ello y no anda por ahí de bocazas.

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  2. De acuerdo en lo de Yolanda Díaz. En cuanto a Pablo Iglesias, mi opinión ha quedado dicha. No me parece que esté a la altura que requiere su posición en el gobierno. En cuanto a sus ideas políticas, por mí que opine lo que le venga en gana. Pero "pacta sunt servanda", los pactos obligan. No se puede estar en misa y repicando, como dicen por ahí.

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