20 de mayo de 2021

Viajar en tiempos de pandemia

Ya sé que no soy el único a quien la dichosa pandemia le ha interrumpido de manera drástica su manera de vivir. Digo interrumpido y no cambiado, porque para la mayoría posiblemente sólo se trate de una parada circunstancial, de tal forma que muerto el perro se acabó la rabia. Sin embargo, habrá otros a los que la pausa les haya llegado a una edad en la que la interrupción pudiera resultar un punto y aparte, en vez de un paréntesis. Hay actividades en la vida que dependen tanto de la capacidad física, que cuando ésta disminuye uno se ve obligado a reducir aquellas. Si además se ha estado inactivo durante algún tiempo, razón de más para que se corra el riesgo de no volver nunca a las viejas costumbres.

Digo todo esto porque ahora mismo tengo el mono de viajar. Los viajes han sido durante toda mi vida uno de los alicientes más placenteros e insustituibles y sólo pensar que para mí se hubieran acabado me quita el sueño. El año pasado me atreví a realizar algunas pequeñas escapadas dentro de España, con la mascarilla puesta, el gel hidroalcohólico en el bolsillo, haciendo “check-in” en los hoteles a través de unas incómodas mamparas protectoras y manteniendo tantas medidas de seguridad que me daba la sensación de estar hospedado en sanatorios en vez de en establecimientos hoteleros. Aun así, superé los temores y visité algunas comarcas de nuestro país que o no conocía o conocía muy poco.

Después ha venido el parón invernal con las sucesivas olas de contagios, que nos ha vuelto a obligar a un incómodo confinamiento, quizá peor que el anterior por el cansancio acumulado. Ahora, cuando parece que la situación empieza a normalizarse, ha llegado el momento de reanudar las actividades interrumpidas, entre ellas la de viajar. Nosotros, aunque sintamos la tentación de continuar con nuestras periódicas salidas al extranjero, hemos decidido que este año nos conformaremos con hacerlo dentro de España,  porque estar “cerca de casa” nos ofrece una sensación de seguridad que posiblemente no sentiríamos más allá de nuestras fronteras. Puede que se trate de un fenómeno exclusivamente psicológico, pero viajar con miedo no es lo más apetecible. Son muchos, además, los rincones de nuestro país que podemos descubrir y disfrutar.

El caso es moverse de aquí para allá buscando ampliar los horizontes, conocer nuevos lugares, personas distintas y culturas diferentes, porque en definitiva en eso consiste viajar. Y si París, Nueva York, Calcuta o Buenos Aires no parecen estar hoy al alcance de la mano, sí lo están Ureña o Ezcaray o Carrión de los Condes u Orbaneja del Castillo, por citar algunos nombres que estos días me rondan con insistencia por la cabeza. Ya estoy vacunado, parece que las famosas incidencias acumuladas descienden y por qué no reanudar aquello que siempre me ha gustado. Lo que no significa que vaya a abandonar las medidas de precaución, porque hay que ser consciente de que la amenaza sigue ahí.

Ya llegará el año que viene y en ese momento me plantearé volver a viajar a otros países. Porque una de las ventajas que tiene esta afición es que, por más que la practiques, siempre quedarán mucha  cosas por ver y por descubrir. El mundo es inmenso, no sólo en extensión, también en diversidad. Por eso, renunciar a visitar nuevos lugares es en cierto modo renunciar antes de tiempo a seguir viviendo . Ya llegará, como decía arriba, el momento en que las fuerzas flaqueen y me tenga que ajustar a las nuevas circunstancias con la mejor actitud posible, porque una de las virtudes más estimables que puede tener el ser humano es aceptar la inevitable realidad y adaptarse a ella. Pero mientras tanto seguiré intentando disfrutar de todo aquello que esté a mi alcance, de todo lo que el ánimo me permita.


4 comentarios:

  1. ¡Que lo disfrutes! Yo también disfruto mucho viajando. Me siento también más a gusto y seguro dentro del territorio español y he salido poco fuera de España: Venecia, Roma y poco más. Viajo más con los libros. Imagino que habrás escrito artículos en este blog sobre algunos de esos viajes: es una forma buena también de viajar con la mente leyendo lo que otros han disfrutado con el cuerpo.

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  2. Cualquier viaje a cualquier sitio es una delicia si cumple con los requisitos de deleitar y de instruir al mismo tiempo.
    Si te gustan los libros de viajes, te sugiero que le eches un vistazo a dos experiencias personales que trasladé a sendos libros: Viaje al centro de la Historia y la Sombra del Nilo. Los encontrarás en formato digital en este blog. Ya me dirás.

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  3. Luis, no todo está perdido.
    De "Times of India": "Malta to pay foreign tourists opting to visit the country this summer".
    De 100 a 50€ según el hotel elegido.
    ¡Anímate!
    Y creo que los indios pronto empezarán a dar facilidades también, seguro que a Anamary le encantará.
    Angel

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  4. Conozco Malta; y me quedan tantas cosas por ver que no entra en mis planes repetir. En cuanto a la India... qué quieres que te diga.

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