18 de noviembre de 2023

Habemus presidente

La sesión de investidura de Pedro Sánchez ha tenido, a mi modo de entender, muchos momentos dignos de mención. Pero como los detalles son conocidos por todos, voy a limitarme a reflexionar hoy aquí sobre mis impresiones personales. Creo que en general se trató de un buen ejercicio de democracia, sólo roto en algunos momentos por ciertas salidas de tono y por algunos gestos discordantes. En cualquier caso, para los que nos apasiona la palabra, venga de quien venga, fueron pocas las intervenciones que no despertaran interés político.

Del protagonista principal, del candidato, poco voy a decir. Simplemente que sus mensajes respondieron a lo que se esperaba de él, un resumen de sus intenciones de continuar con las reformas iniciadas en la legislatura anterior y una explicación del alcance de sus pactos con los que le han apoyado. De su principal oponente, Núñez Feijóo, tampoco ninguna sorpresa. Réplica a la defensiva, con el marchamo de absoluto rechazo hacia quien había acabado con sus aspiraciones de conseguir la presidencia del gobierno.

Me llamó la atención el tono comedido de los partidos nacionalistas. Si bien es cierto que ninguno de ellos mostró gran entusiasmo al justificar su apoyo a la investidura, no lo es menos que el tono fue de confianza en el futuro. Todos dejaron claro que no firmaban un cheque en blanco, pero también todos con mayor o menor claridad expresaron sus intenciones de hacer política dentro de la legalidad vigente. Lo resalto porque, en contra de los que algunos opinan, quedó claro y manifiesto que se sumaban al juego político del Estado, sin menoscabo de sus aspiraciones de autogobierno; lo subrayo, porque me gustaría pensar que estamos en el inicio de una nueva manera de hacer las cosas.

Ahora la pelota está en el tejado del gobierno. Poco a poco iremos viendo las verdaderas intenciones de unos y de otros, de los que desde las altas instancias de la nación proponen ahondar en el autogobierno de las nacionalidades históricas sin menoscabo de la unidad de España y las de los que en algún aciago momento optaron por la unilateralidad y crearon una de las mayores crisis de nuestro estado en los últimos años.

La amnistía, la espinosa y controvertida decisión de Pedro Sánchez, escogida por la derecha y por la ultraderecha como late motiv de su oposición a la investidura del candidato, no es más que un instrumento para enfriar la tensión, ganar confianza los unos en los otros y propiciar el entendimiento entre todos los españoles. Porque el fin es otro, el de conseguir que todos, sin excepción, nos sintamos cómodos dentro de nuestra nación, para lo cual nunca debería ser un obstáculo que algunos defiendan que su región o su autonomía es también una nación.

Si a esa estructura nacional hay que llamarla nación de naciones, yo no tendría ningún inconveniente en admitirlo. Entre otras cosas, porque si nación es el conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común, es un hecho incuestionable que la española se formó por la unión de otras anteriores a su existencia. La Constitución lo reconoce así cuando habla de “nacionalidades históricas”.

6 comentarios:

  1. Creo que nunca había visto una sesión de investidura enterita, a lo largo de los dos días que duró, desde el discurso del candidato a presidente hasta la votación final.
    Como ya hemos señaado en ocasiones anteriores, creo que ésta va a ser una legislatura muy interesante.
    Por la parte de la derecha Feijoo tendrá que ir pensando en desmarcarse de su socio Vox.
    Por la parte de la izquierda, Podemos, o lo que quede de él, tendrá que acostumbrarse a la disciplina de la coalición o a marchar por su cuenta.
    Se espera que ésta sea una legislatura con menos leyes y más "política", dada la dificultad de vertebrar acuerdos entre tantas ideologías e intereses dispares. Cada acuerdo, por pequeño que sea, tendrá que ser negociado y dialogado al milímetro.
    Ojalá el PP dejara sus aspavientos extremos y se subiera al carro de la negociación, empezando por la renovación del CGPJ.

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  2. Fernando, va a ser, efectivamente, una legislatura muy interesante y habrá que seguirla paso a paso.
    El problema del PP es que está solo, como se ha puesto de manifiesto después de estas elecciones. Las encuestas más optimistas sobre intención de voto le dejan lejos de la mayoría suficiente para gobernar en solitario. Por tanto, como necesita a Vox tiene que acercar sus propuestas a las de los ultra. En consecuencia, no creo que lo veamos subirse al carro de ninguna negociación. Debería someter a revisión sus postulados y su estrategia, si es que pretende atraer el voto de centro, que siempre ha sido el que le ha dado la posibilidad de gobernar.

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    1. Así es, y podría contar con el apoyo de PNV y Junts

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    2. Sí, siempre que se atenga a razones en la descentralización del Estado, tema tabú para su electorado y para una parte del de la izquierda. Si llega a entender que la situación de equilibrio inestable actual es insoportable, quizá gane muchos votos de centro derecha.

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  3. Lo deseable sería que ahora todos dijésemos borrón y cuenta nueva. Dejar trabajar al gobierno y, sí, vigilar que todo ocurra de acuerdo con la Ley. Pero no va a ser así: El PP quien el poder y hará lo que crea que le ayude a conseguirlo, Vox dará toda la guerra que pueda porque es lo suyo, los independentistas seguirán reclamando cualquier cosa, porque si no reclaman desaparecen y Sumar parece que va a tener problemas con Podemos. En fin todo lo que no conviene al interés común. Puede que Sánchez haya cometido un error, pero mas grave que su error - si es que se trata de un error - es el comportamiento que parece van a tener los otros partidos.

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    1. Alfredo, totalmente de acuerdo en que cada cual tirará hacia donde más le convenga. Sin embargo, quiero pensar en que se ha abierto una ventana de oportunidad para resolver el gran problema de la estructura territorial de España, del "encaje" de las nacionalidades históricas en el Estado. Veremos si Sánchez y sus compañeros de investidura son capaces.

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