El 15 de noviembre de 2024 escribí en este blog un artículo
que titulé “Trump y el inalterable equilibrio cósmico”, en el que sostenía la
idea de que, por mucho que el ahora presidente norteamericano quiera cambiar el
mundo, los equilibrios geoestratégicos internacionales no se lo iban a
poner fácil. También sostenía que disgustos nos iba a dar muchos, pero que serían
pasajeros. Incluso me atrevía a vaticinar que las reacciones en el mundo entero
pueden ser tan inesperadas, que los europeos incluso a lo mejor salimos
ganando.
Dice un conocido refrán que solo nos acordamos de santa
Bárbara cuando truena. Si traducimos santa Bárbara por Unión Europea y
suponemos que los truenos son las amenazas del ínclito Trump, el refrán puede
servirnos. Europa tiene que reaccionar, no enfrentándose a EE. UU., lo que sería
una insensatez, sino fortaleciendo su unión, a pesar de que las ultraderechas
y los neofascismos que nos rodean estén trabajando en contra, no ya sólo con discursos ambiguos como los del PP, sino
de manera explícita y amenazadora como los de Vox. La “internacional facha" que se celebró el
otro día en Madrid no deja lugar a dudas sobre sus intenciones.
No se acaba de entender como los “patriotas” aplauden a un
presidente que nos amenaza con unos aranceles que pueden debilitar nuestra
economía de manera sustancial. Es incomprensible que se pongan a favor de un
enemigo de nuestro bienestar. Sólo hay una explicación, la de que van a lo
suyo, a medrar en las políticas europeas y que el bienestar de los ciudadanos de sus países se la refanfinfla.
Lo de convertir Gaza en la Riviera del Próximo Oriente es
tan descabellado, por no decir desalmado, que, si no fuera porque de los irresponsables se puede esperar cualquier disparate, yo me lo tomaría a
broma. En cuanto a Ucrania, la paz que quiere imponer Trump significaría una clara
victoria de Putin, por supuesto en perjuicio de los intereses de la Unión
Europea. Otra ocurrencia que, de llevarse a cabo, nos dejaría a los europeos
una vez más a merced de las dos grandes potencias.
Yo sigo pensando lo que decía en aquel artículo de hace unos
meses, que la realidad de los equilibrios internacionales no permite tanta
estulticia. Pero, lo confieso, no las tengo todas conmigo, porque en ocasiones
los salvadores de la humanidad hunden el mundo.
Coincido punto por punto con el contenido del artículo. La verdad es que es preocupante que un tipo como Trump haya logrado los votos de la mitad de la población de USA. Hay momentos en que uno duda de la vigencia de la democracia. Aparte de Trump tenemos autócratas en Rusia, Egipto, India, China y Turquía, sin contar la mayor parte de los paises árabes y multitud de países mas pequeños de sudamérica y Africa. Pero son mas discretos que el presidente de Estados Unidos.
ResponderEliminarAlfredo, la historia de los fascismos se repite. Es preocupante, pero yo prefiero pensar que el juego de equilibrios no le permita a Trump hacer de su capa un sayo. Es evidente que lo va a intentar, pero confío en que la "inercia democrática" de EE.UU. termine poniéndole freno. La otra mitad de este país, tiene mucha fuerza y, no lo perdamos de vista, mucha más formación que la de sus votantes.
EliminarMuy preocupante ciertamente, sobre todo por ser EEUU todavía la potencia política y económica que es.
ResponderEliminarFernando
Es una gran potencia, no se puede negar, pero su economía está inmersa en un mundo globalizado. Necesitan a otros.
EliminarDios nos coja confesados
ResponderEliminarEs cierto: da miedo. Sin embargo, puede que sea más vocero que efectivo. Lo iremos viendo.
Eliminar