12 de febrero de 2025

¡Dios bendiga a Trump!


Supongo que quien lea estas líneas y me conozca sabrá que el título que he escogido encierra alguna trampa. Lo leí el otro día en un chat frecuentado por la extrema derecha, en realidad una retahíla de estupideces que cayó en mis manos cuando brujuleaba por aquí y por allá, y me ha parecido que podía utilizarlo para llamar la atención del lector. En esa extensa conversación a través de Internet, los charlistas, no sólo le dedicaban al actual presidente de los EE. UU. la jaculatoria anterior, sino que además lo calificaban de salvador de la humanidad, de garante de las libertades y de látigo de los depravados. No encontré por ningún lado la palabra Mesías, lo cual es lógico, porque como la mayoría son devotos cristianos, para ellos el enviado de Dios ya estuvo en la tierra y la invocación podría convertirse en blasfemia.

El 15 de noviembre de 2024 escribí en este blog un artículo que titulé “Trump y el inalterable equilibrio cósmico”, en el que sostenía la idea de que, por mucho que el ahora presidente norteamericano quiera cambiar el mundo, los equilibrios geoestratégicos internacionales no se lo iban a poner fácil. También sostenía que disgustos nos iba a dar muchos, pero que serían pasajeros. Incluso me atrevía a vaticinar que las reacciones en el mundo entero pueden ser tan inesperadas, que los europeos incluso a lo mejor salimos ganando.

Dice un conocido refrán que solo nos acordamos de santa Bárbara cuando truena. Si traducimos santa Bárbara por Unión Europea y suponemos que los truenos son las amenazas del ínclito Trump, el refrán puede servirnos. Europa tiene que reaccionar, no enfrentándose a EE. UU., lo que sería una insensatez, sino fortaleciendo su unión, a pesar de que las ultraderechas y los neofascismos que nos rodean estén trabajando en contra, no ya sólo con discursos ambiguos como los del PP, sino de manera explícita y amenazadora como los de Vox. La “internacional facha" que se celebró el otro día en Madrid no deja lugar a dudas sobre sus intenciones.

No se acaba de entender como los “patriotas” aplauden a un presidente que nos amenaza con unos aranceles que pueden debilitar nuestra economía de manera sustancial. Es incomprensible que se pongan a favor de un enemigo de nuestro bienestar. Sólo hay una explicación, la de que van a lo suyo, a medrar en las políticas europeas y que el bienestar de los ciudadanos de sus países se la refanfinfla.

Lo de convertir Gaza en la Riviera del Próximo Oriente es tan descabellado, por no decir desalmado, que, si no fuera porque de los irresponsables se puede esperar cualquier disparate, yo me lo tomaría a broma. En cuanto a Ucrania, la paz que quiere imponer Trump significaría una clara victoria de Putin, por supuesto en perjuicio de los intereses de la Unión Europea. Otra ocurrencia que, de llevarse a cabo, nos dejaría a los europeos una vez más a merced de las dos grandes potencias.

Yo sigo pensando lo que decía en aquel artículo de hace unos meses, que la realidad de los equilibrios internacionales no permite tanta estulticia. Pero, lo confieso, no las tengo todas conmigo, porque en ocasiones los salvadores de la humanidad hunden el mundo.

6 comentarios:

  1. Coincido punto por punto con el contenido del artículo. La verdad es que es preocupante que un tipo como Trump haya logrado los votos de la mitad de la población de USA. Hay momentos en que uno duda de la vigencia de la democracia. Aparte de Trump tenemos autócratas en Rusia, Egipto, India, China y Turquía, sin contar la mayor parte de los paises árabes y multitud de países mas pequeños de sudamérica y Africa. Pero son mas discretos que el presidente de Estados Unidos.

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    1. Alfredo, la historia de los fascismos se repite. Es preocupante, pero yo prefiero pensar que el juego de equilibrios no le permita a Trump hacer de su capa un sayo. Es evidente que lo va a intentar, pero confío en que la "inercia democrática" de EE.UU. termine poniéndole freno. La otra mitad de este país, tiene mucha fuerza y, no lo perdamos de vista, mucha más formación que la de sus votantes.

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  2. Muy preocupante ciertamente, sobre todo por ser EEUU todavía la potencia política y económica que es.
    Fernando

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    1. Es una gran potencia, no se puede negar, pero su economía está inmersa en un mundo globalizado. Necesitan a otros.

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  3. Dios nos coja confesados

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    1. Es cierto: da miedo. Sin embargo, puede que sea más vocero que efectivo. Lo iremos viendo.

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