8 de marzo de 2025

Mamarrachadas infantiloides

Yo creía que con el vídeo de Trump sobre Gaza ya no volvería a ver en mi vida mayores mamarrachadas infantiloides. Pero me equivocaba, porque el de La isla de las corrupciones, creada, emitida y difundida por las cabezas pensantes del Partido Popular, supera con creces la estupidez infantil del primero. Tengo la sensación de que los creativos populares se creen que los ciudadanos españoles somos idiotas o, al menos, que nos gustan los juegos sin ingenio.

Parece ser que la causa de esta mamarrachada infantiloide está en la consigna que el señor Feijóo lanzó hace poco a la cúpula conservadora, la de que había que estar en las redes sociales más activos que los de Vox. Debe de ser que los líderes del PP entienden por más activos más infantiles, porque el video de marras se las trae.

Confieso que en ocasiones, cuando oigo decir que el partido que preside don Alberto carece de ideas, que en su proyecto de país hay más agujeros que en un queso de Gruyer, me entran dudas de si no serán acusaciones malintencionadas esgrimidas por el gobierno. Pero cuando me encuentro con decisiones como las que han originado este video, se disipan mis dudas, porque se trata de una iniciativa que pone de manifiesto que no son capaces de contraatacar políticamente, sólo de propagar videos maliciosos, repetir insultos hasta la saciedad y acogerse a la anécdota en vez de a la categoría.

La realidad que subyace detrás de todo esto es que temen que les adelanten por la derecha. El PP está estancado en intención de voto, mientras que Vox, aunque con lentitud, sigue creciendo. Lo que significa que, ya no sólo se está partiendo el voto conservador, sino que el partido que fundó Fraga Iribarne corre el peligro de ser superado por el de los seguidores de Abascal.

No, don Alberto no lo tiene fácil, porque puede suceder que durante su presidencia se pierda la hegemonía en la derecha que hasta ahora ha disfrutado su partido. Por eso patalean en vez de hacer política; por eso caen en el populismo barato, en vez de actuar como partido de estado.; por eso acuden a la difusión de mamarrachadas, en vez de ejercer de oposición seria.

Pero es que, además, el señor Feijóo se está apoyando en personajes como Miguel Tellado y Cuca Gamarra, políticos que en ocasiones parecen extraídos de los dibujos de un caricaturista. Caras alargadas, sonrisas aviesas y miradas perdonavidas, imagen contraria a la que debe dar un líder europeo moderno. Porque en política hay veces que la imagen vale más que cien palabras.

En resumidas cuentas, los partidos de derechas andan a la gresca entre ellos, lo que no sólo no les conviene, sino que además los induce a mantenerse en una espiral de actitudes infantiles, con lo cual cada vez agravan más su situación de debilidad.

Allá ellos. 

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