4 de marzo de 2025

El marrón de Mazón

 

Por más vueltas que le dé el señor Mazón, su incompetencia lo ha metido en un laberinto del que no puede salir. Lo hizo mal el día de la DANA y continúa demostrando que no está preparado para gobernar. No sólo cae constantemente en contradicciones, sino que además pierde la serenidad frente a los medios de comunicación y acrecienta la sensación de que está más quemado que una falla en la noche de la cremá.

Su comportamiento se está convirtiendo en un espectáculo entre patético y bochornoso para la mayoría de los españoles y de los valencianos en particular. El PP y su presidente lo sostienen a duras penas, intentando no comprometer sus palabras demasiado. El señor Feijóo, en un alarde de clarividencia, dijo hace unos días que su dimisión podría dar paso a un gobierno de la izquierda progresista, por lo que ahí estaba y ahí se quedaba… de momento.

Sin embargo, cuánto más tiempo dure esta esperpéntica interinidad de facto peor para los intereses de los populares, porque las contradicciones y las mentiras para tapar mentiras, no sólo perjudican la imagen del señor Mazón, también la de los que lo protegen. Por mucha cautela que pongan estos últimos cuando se refieren a su compañero de filas, su silencio y sus palabras a medias ponen de manifiesto su complicidad.

Tengo la sensación de que el tiempo juega en contra de los intereses conservadores. El ovillo se ha enredado y el señor Mazón cada vez que intenta deshacer los nudos los aprieta más. No tiene salida, porque su ausencia en el centro de emergencias es injustificable. Es cierto que los daños materiales habrían sido los mismos si la señal de alarma se hubiera dado antes, pero a medida que se van conociendo detalles de las muertes causadas por la catástrofe, van quedando menos dudas de que muchas de ellas se hubieran podido evitar.

Uno de los argumentos que esgrimen algunos preclaros dirigentes del PP es que el señor Mazón está centrado ahora en la recuperación de las zonas afectadas y que las urnas lo juzgarán en función del éxito de ésta. Pero la pregunta que se hacen muchos es cómo se juzga la vuelta a la normalidad, porque no hay una unidad de medida para cuantificarla. Si a esta circunstancia le unimos que muchos de los afectados tardarán años en recuperar sus vidas anteriores a la catástrofe, es fácil concluir que no puede confiar en que una buena gestión le salvará de la situación de descrédito en la que ha caído.

Alguien debería aconsejarle al señor Mazón que dimita, que deje de dar tantas explicaciones esperpénticas y que se retire con la máxima dignidad posible. A no ser que lo que pretenda es mantenerse como aforado cuando lleguen las acciones judiciales que le amenazan.

4 comentarios:

  1. No sé cómo no le avergüenza salir a la calle.
    Fernando

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si nos fijamos, es posible que ya no se atreva a salir a la calle. Estemos pendientes de lo que haga cuando empiecen las fallas.

      Eliminar
  2. Luis, no te olvides del apecto económico, porque si se va antes de que se cumplan determinados plazos no tendrá derecho a una serie de prebendas y salarios.
    Angel

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es posible. Pero sobre todo parece que lo que le preocupa es el aspecto judicial. Hoy hemos sabido que al 112 habían llegado 19.000 llamadas solicitando ayuda antes de que se declarara la alarma. No es un dato periodístico sino del sumario judicial.

      Eliminar

Cualquier comentario a favor o en contra o que complemente lo que he escrito en esta entrada, será siempre bien recibido y agradecido.