9 de diciembre de 2014

Apertura

El autor
Sin saber por qué, y mucho menos cómo, me he sorprendido a mí mismo tomando la decisión de abrir un blog. Cuando tomo iniciativas de esta índole procuro analizar sus causas, porque no soy persona que actúe sin motivos, sean estos evidentes o pertenezcan al terreno del subconsciente. Mi percepción del mundo, realista, alejada de ensoñaciones utópicas, me obliga a conocer las razones de cualquier cosa que haga, por insignificante que sea. Y esta de exponer mis opiniones a la intemperie no es en ningún modo intrascendente.

Puede que la razón haya sido obligarme a ejercitar la escritura, afición que cada día que pasa me atenaza con mayor intensidad. O que me haya atacado el ansia de un exhibicionismo literario que hasta ahora permaneciera en mayor o menor medida soterrado en las profundidades de mi mente. O, por qué no, que de repente desee, como decía el poeta, echar los versos del alma. Pero lo cierto es que no he sido capaz de sustraerme a la tentación y aquí estoy con el ordenador abierto, una página en blanco en la pantalla e infinidad de ideas bullendo en mi cabeza.

Por intentar poner un cierto orden desde el primer momento y no caer en ese caos que aunque en ocasiones me atraiga siempre termina por deprimirme, me propongo escribir de cuando en cuando –la frecuencia la determinará mi capacidad de trabajo- pequeños artículos de opinión, sin más pretensión que extraer las ideas de mi interior y lanzarlas a ese espacio etéreo que los introducidos denominan nube. Y también poner a disposición de los curiosos que transiten por el blog algunos escritos de mayor entidad en cuanto a extensión, relatos de viajes, pequeñas historias que me hayan sucedido e incluso, qué lo impide, alguna de las novelas que haya publicado o esté por publicar.

Pero en cualquier caso, camino se hace al andar. Lo que en realidad vaya a suceder con el proyecto que hoy inauguro está por ver; y dependerá en gran medida de mi voluntad, pero también de la respuesta que obtenga de los demás, de ese universo que rodea a cualquier ser humano y que constituye la otra parte de su persona, porque ésta está formada por su yo, pero también por el conjunto de los demás, nunca he sabido muy bien en qué proporción lo uno y lo otro.

Dejo abierto por tanto el blog para que el que desee entrar lo haga y opine. Me atendré a las consecuencias, tragaré saliva y continuaré adelante. O me sentiré satisfecho, apaciguaré mi vanidad y procuraré seguir sin  inmutarme, al menos mientras la mente y el cuerpo aguanten.

2 comentarios:

  1. Luis, iniciativas como ésta –de poner a disposición de todos ideas, opiniones, experiencias viajeras y creatividad literaria– siempre son bienvenidas. Y a los potenciales e interesados lectores, tanto los asiduos como los casuales, poco se les da con los motivos que el autor tuvo para iniciar su andadura. La respuesta, esa que siempre cosquillea en la vanidad del autor, dependerá de la calidad e interés de lo escrito, de la fuerza sugeridora que arrastre, en confluencia o contraposición de pareceres, y de la capacidad enriquecedora o de entretenimiento que aporte a las demás subjetividades, necesitadas también y siempre de otros complementos. Te deseo que las nuevas relaciones que este proyecto genere sean duraderas y fructíferas.

    Por lo que a mí respecta, sólo puedo saludar este nuevo blog tuyo con una palabra: gracias.

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    1. Estoy muy agradecida que compartas esta gran iniciativa,( tarea arriesgada pero que estoy segura que te va a aportar muchísimo en tus escritos que tanto valoramos) con todos aquellos que nos consideramos tus fieles seguidores.Para el resto del mundo, quizás no seas nadie, pero para mí eres parte de mi mundo.
      Tu Sobrina Cuca;

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Cualquier comentario a favor o en contra o que complemente lo que he escrito en esta entrada, será siempre bien recibido y agradecido.