27 de abril de 2024

Impresiones a vuelapluma. Crónica de urgencia

 

Elijo este título porque de eso se trata, de escribir sobre la marcha, sin meditarlo demasiado y sin vacilaciones. Digo esto, porque hoy voy a escribir sobre el inesperado “interregno” de Sánchez antes de que nadie sepa, ni siquiera sus más inmediatos colaboradores, qué nos va anunciar el presidente del gobierno el próximo lunes. Lo prudente sería esperar para saber a qué atenerse y así opinar sobre seguro y no hacer suposiciones. Pero es que prefiero expresarme ahora, cuando ignoro cuál será su decisión, para soltar mis impresiones a vuelapluma.

Pasado un primer momento de desconcierto, enseguida intenté asimilar la maniobra y me puse a elucubrar. Digo maniobra, no en el sentido peyorativo con el que utilizan la palabra sus encarnizados adversarios, sino porque cualquier movimiento en política merece este nombre. Nadie en su sano juicio puede pensar que Sánchez no sepa qué pretende con esta finta, con este amago de dimisión. Otra cosa es que los demás caigan en las más diversas interpretaciones, desde los que le llaman Pedro I el triste, pasando por los que dicen que a la política hay que llegar llorados, hasta los que lamentan que se haya alcanzado este estado de deterioro de las relaciones institucionales.

Para mí, se trata de una llamada de atención a los suyos, sean éstos los de su propio partido, los del partido con el que gobierna en coalición o los de los partidos llamados de la investidura. Cuando tomó esta decisión, no estaba pensando en la derecha extrema y en la extrema derecha, porque su intransigencia, su manera de hacer oposición las debe de tener muy asumidas. No tenía en mente al adversario, sino el fuego amigo. Con esta maniobra da un aldabonazo en las conciencias de los que no hacen más que poner palos en las ruedas, cuando saben muy bien que la alternativa política no les conviene, o porque su ideología nada tiene que ver con las tesis conservadoras o porque la posibilidad de un gobierno presidido por el tándem Feijóo/Abascal les perjudicaría.

Ahora bien, lo que no sé ni imagino es hasta dónde esta dispuesto Sánchez a llegar. Posibilidades hay varias, desde la dimisión y el consiguiente ahí os quedáis, hasta el anuncio de continuar si a partir de ahora os portáis bien. Yo tengo la impresión de que su espíritu batallador y su coraje político no le van a permitir tirar la toalla. Pero vaya usted a saber, porque la ignominia política, la calumnia, los ataques al entorno familiar, las falsedades y el juego sucio pueden llegar a doblegar las voluntades más firmes.

Para acabar, sólo dos reflexiones. La derecha de este país cuando no puede vencer a la izquierda intenta echarla como sea, sin reparar en medios. La izquierda de este país, dividida en rivalidades estúpidas, le permite a la derecha que en ocasiones se haga con el poder.

Dentro de unos días más, pero ya sobre seguro.

4 comentarios:

  1. Interesante reflexión de urgencia.
    Ahora nos toca esperar hasta el lunes con el alma en vilo.

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    1. Fernando, ya queda menos. En cualquier caso, está claro que la maniobra política está removiendo conciencias.

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  2. Creo que Sánchez ha perdido la oportunidad de mejorar la pésima situación actual de polarización. Su carta, y todo lo que ha derivado de ella, es una denuncia del ataque exagerado del PP y Vox. Es verdad que los dos se han pasado, y mucho, en su agresividad, pero tampoco la izquierda, incluido el PSOE, están libres de culpa. No trato de ver simetría, que no la hay, pero hubiera sido mas acertado una llamada a la cordura de todos, aunque - repito - no haya simetría. No creo en milagros, pero tal vez se hubiera conseguido bajar así un poco el tono general de crispación.
    Tal como han sucedido los acontecimientos muchos creerán - yo incluido - que todo ha sido una maniobra estratégica de Sánchez para aumentar la popularidad entre los suyos. Al fin y al cabo lo que ha desatado la reacción de Sánchez no es otra cosa que la admisión a trámite de una denuncia de Manos Limpias y no creo que eso le ponga realmente nervioso, ni a él, ni a su mujer. Nadie puede negar a Sánchez su imaginación y determinación.

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    1. Alfredo, como han pasado varios días desde el "amago" y hemos podido oír la desaforada reacción de las derechas, parte de tu reflexión creo que está ya contestada. No, no hay simetría.
      En mi artículo digo que doy por hecho que existe cálculo político detrás de la reacción de Sánchez, como corresponde a un político hábil. Totalmente legítimo.
      Lamentablemente, no creo que se pueda romper la polarización, porque no se cuenta con la colaboración de una de las partes, y esta manera de hacer oposición favorece a PP y VOX, o no, como diría Rajoy. Y, como dijo Aznar, que cada uno haga lo que pueda. Más claro el agua.
      Ya he publicado otro artículo sobre este asunto, "Punto y aparte", y supongo que la situación me inspirará alguno más.

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