Decía yo en un artículo anterior que su “interregno”
respondía a una maniobra política para remover las conciencias de los suyos y
las de sus afines. Desde mi punto de vista ese objetivo lo ha cubierto con
creces. Muchos progresistas de este país han visto las orejas al lobo y algunos
nacionalistas intransigentes han temido que su dimisión diera paso a la
alternativa de una reacción que acabaría, no sólo con sus absurdas pretensiones
separatistas, sino además con los avances de autogobierno alcanzados hasta la
fecha. Junts y ERC seguirán durante la campaña de las elecciones catalanas sin
reconocer de manera explícita su disposición a colaborar
con el gobierno central, pero no tengo ninguna duda de que tras los comicios el
panorama cambiará.
Es pronto para saber qué anida en este momento en la mente
de Sánchez. Como supongo que ya estará poniendo en marcha una nueva estrategia,
habrá que estar muy atento a los movimientos que a partir de ahora haga el
gobierno, porque nos irán dando una idea de por dónde van a ir los cambios. Es
más, estoy convencido de que en esta nueva manera de hacer las cosas va a haber
urgencia y dinamismo. Tenía yo un amigo, muy castizo él y un tanto ocurrente, que
aconsejaba, “no te andes con el bolo colgando que se lo comerán las hormigas”. El
bolo puede ser parte de la anatomía del hombre, pero también el comportamiento
político. En política hay muchas hormigas y además termitas. La marabunta está
ahí amenazante, no sólo en España, sino en el mundo entero. Los poderes
fácticos no cesan en sus maniobras, muchas de ellas antidemocráticas, por lo
que los responsables políticos deben de estar ojo avizor, sin caer en la provocación.
He oído también la comparecencia de Feijóo y me he quedado
perplejo. Los mismos argumentos, las mismas amenazas e idéntica manera de hacer
oposición. Ha venido a decir algo así como, ¿quieres guerra?, pues la vas a
tener. ¿Sales reforzado de la maniobra?, pues te vamos a machacar. Ni una
crítica política ni una idea alternativa. Leña al mono y caiga quien caiga. Es
su estilo, el que le dicta su débil bagaje intelectual y discursivo, y ni puede ni sabe salirse del
guion. Incluso se ha permitido decir que no va a presentar una moción de
censura. ¡Qué cosas! Este país se merece una oposición a la altura de las
circunstancias, no ésta.
Supongo que la para mí sorprendente reacción del líder de la oposición ya se habrá dado por descontada en la nueva estrategia de Sánchez,
porque se esperaba. Pero, ¡ojo!, que no se vuelva a caer en la provocación.
Sólo ofende quien puede. Lo demás son fuegos de artificio.
Estoy de acuerdo en que a la oposición le sobra agresividad y le falta talento y serenidad. Pero el que tiene el poder es el PSOE y de él cabe esperar políticas y declaraciones constructivas, aunque el PP no esté de entrada muy proclive a colaborar. No hay simetría, sin embargo, aún así, hay que seguir intentando por todos los medios rebajar la polarización. Es un asunto que me inquieta. Tengo además el convencimiento de que ese intento le daría réditos electorales.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, cuando un partido gobierna lo que debe hacer es sacar sus propuestas adelante. Eso es gobernar. La oposición, por su parte debe fiscalizar la conveniencia de las medidas que toma el gobierno, criticarlas si las considera equivocadas y proponer alternativas. Pero desde hace unos años, desde que una moción de censura motivada por la corrupción del PP desplazó a Rajoy, la derecha no ha aceptado los resultados de las urnas y se ha limitado a descalificar al gobierno en temas marginales, no a hacer verdadera oposición. Ha ido creando un clima insoportable. Es verdad que el PSOE ha entrado al trapo de las provocaciones. Yo espero que el punto y aparte que anuncia Sánchez consista precisamente en actuar de acuerdo con aquello de "ladran", luego cabalgamos".
EliminarEs verdad que el partido que gobierna debe en primer lugar sacar sus propuestas adelante. Pero en paralelo es deseable que propague los principios de ética y convivencia que conduzcan a un país mejor. Eso lo hicieron en mi opinión los gobiernos de Felipe González.
EliminarGracias, Alfredo, por tu precisión. Empecemos por la convivencia. Cuando una parte (la oposición) no deja de hostigar mediante bulos y acusaciones falsas, por medio de difamaciones e infundios, es muy difícil que la otra "conviva".
EliminarRespecto a la difusión de la ética, no se debe confundir las políticas que no le gustan a uno con la moral que entrañan. La política para los políticos y la propagación ética para los moralistas.