Como demócrata, sólo puedo decirle que bienvenida sea a la
confrontación política. Ahora bien, como progresista no tengo más remedio
que advertirle de lo que en su momento dije, que cuando la pólvora ya está
inventada para qué marear la perdiz. La izquierda necesita unión y no
divisiones artificiosas. No hace falta ser muy sagaz para reconocer que estas
pretensiones personalistas lo único que consiguen es hacer daño a lo que dicen
defender, que en este caso no es otra cosa que el progreso social de nuestro país. Las derechas deben de estar frotándose las manos.
Puede ser que estas divisiones sean un mal endémico del
progresismo, por aquello de que yo soy más de izquierdas que tú. Pero a mí me
resulta incomprensible esta evidente ceguera política que en vez de promover el
progreso lo ralentiza, porque en política no hay nada más inútil que no detentar el poder y por consiguiente ser incapaz de llevar adelante los programas que se proponen, en
este caso la defensa de los más necesitados.
Por eso, cuando veo estos movimientos no puedo evitar
pensar que se trata de espurios intentos de mantener viva una formación
política para defender el estatus de algunos. Está claro que unos cuantos escaños
conseguirán y, aunque hayan perjudicado a la izquierda en su conjunto, los que los ocupen tendrán
unos años por delante de seguridad.
Sé muy bien que lo que he dicho suena muy duro, incluso
puede que para algunos insultante. Pero cuando echo en falta el realismo
político, cuando observo que determinadas maniobras ponen en peligro la esencia
de lo que se pretende defender, se me llevan los demonios. Lo siento.
En la derecha pasa lo mismo, por supuesto. Si alguien cree
que la aparición de Vox va a conseguir más "seguridad" y más "patria" de la que
defiende el PP está muy equivocado. Lo único que hasta ahora han logrado los de la ultraderecha es
debilitar al partido conservador tradicional y apartarlo del poder central. No sólo eso, sino además desprestigiar a los segundos por sus alianzas con los amigos de Trump.
Si la izquierda no se une está condenada al
fracaso electoral. Pero, ojo, no valen los acuerdos poselectorales, porque
pueden significar pan para hoy y hambre para mañana. Lo único que de verdad es
útil es el triunfo de un gran partido, cuya ideología recoja los principios
básicos de la lucha por la igualdad, en el que se sientan identificados desde
el centro progresista hasta el progresismo radical. Los matices hay que
dejarlos aparte, no porque no sean importantes, sino porque en política es necesario ser prácticos.
Señora Montero, debería usted dejar de intentar una vez más asaltar
los cielos, porque ha quedado claro que son inaccesibles.
Está claro y poco más se me ocurre añadir. Creo que lo de Montero es afán de protagonismo y nada más. Lo suyo es concurrir unidos y con un proceso de primarias.
ResponderEliminarFernando
El PSOE hace tiempo que tiene un proceso de primarias para concurrir a la secretaría general y como consecuencia a la presidencia del gobierno. A nadie se le impide concurrir a estas primarias. ¿Tú crees que Irene Montero y otros líderes progresistas estarían dispuestos a presentarse? Prefieren ser cabeza de ratón a cola de león. Y así le va al progresismo..
EliminarNos han decepcionado a muchos. Irene Montero da una imagen de agresividad exasperante.
ResponderEliminarFernando
Yo le vi el plumero desde el primer momento. Los asaltantes del cielo nunca me han gustado. La frase resume muy bien el populismo que encierra.
ResponderEliminarSalvo alguna rara excepción, los políticos a la izquierda del PSOE son personas que, fuera del política, son gente con trabajos y sueldos normalitos.
ResponderEliminarSería mucho pedir que se sacrificaran por la sociedad.
Hasta hace pocos años los que se dedicaban a la política eran personas con un bagaje profesional notable y a muchos su dedicación a la política les supuso perder sueldo. La democracia es siempre deseable, pero tiene sus puntos débiles.
En política, aunque se pierda sueldo se ganan influencias. De ahí que a algunos no les importe perder ingresos durante una temporada, porque al fin y al cabo están haciendo una inversión para el futuro.
ResponderEliminarA mí lo que no me gusta de algunos políticos de la izquierda radical es su falta de realismo. Para defender el progreso social hay que gobernar. Ir creando "apartados" progres no conduce a nada positivo.