Como la experiencia acumulada durante aquellas intensas jornadas fue muy satisfactoria, a lo largo del viaje me propuse que a mi regreso escribiría un relato bajo el título La sombra del Nilo, en el que trataría de plasmar mis impresiones. En cuanto volví a Madrid, revisé las notas que había tomado sobre el terreno, puse a prueba la capacidad de mi memoria y me lancé a escribir. Y cuando al cabo de unas semanas de trabajo concluí la narración, se la envié a mis compañeros de viaje por correo electrónico para que la leyeran. Después salvé una copia, por si algún día me apetecía rememorar algún detalle del viaje, y me olvidé del asunto.
Pero ahora que he abierto este blog me ha entrado el gusanillo de publicar lo que entonces redacté. Palabra a palabra, línea a línea y página a página he revisado el escrito con detenimiento, primero para mejorar la sintaxis de la precipitada redacción inicial en la medida de lo posible y segundo para valorar la vigencia de mis impresiones de entonces. Y el resultado ha sido la decisión de poner la narración a disposición de quien quiera leerla.
El principal factor que me ha inducido a ello ha sido el convencimiento de que se trató de un viaje de sumo interés, no sólo por el itinerario, también por la experiencia humana que aportó convivir durante aquellos once días con personas tan distintas como éramos los integrantes del grupo. La cantidad de anécdotas sucedidas, algunas preocupantes, pero la mayoría placenteras, pueden resultar interesantes para cualquier lector a quien le guste conocer los sucesos ocurridos durante los viajes de los demás.
Advierto de antemano que no se trata de un manual de egiptología, para cuya redacción no estoy capacitado, sino del diario de un viaje, más o menos pormenorizado, pero de fácil lectura a pesar de sus algo más de cien páginas. En ellas el lector encontrará una a una las tres grandes etapas que constituyeron el itinerario, primero una estancia en El Cairo de tres días de duración, más adelante la navegación durante otros cuatro a través de las misteriosas aguas del lago Nasser y por último el descenso por el río Nilo, también en barco, desde Assuán a Lúxor.
Y otro aviso: aunque he insertado a lo largo del texto unas cuantas fotografías de las muchas que entre todos tomamos durante el viaje, La sombra del Nilo no es un álbum fotográfico sino la narración de un viaje. Quizá en otro momento me decida a poner a disposición de los lectores de este blog las restantes.
Si alguien quiere bajárselo para leerlo en su habitual medio electrónico de lectura, puede pinchar en los links que figuran al final de este texto y descargarlo en su ordenador. Lo puede hacer en versión ePub o en versión pdf.
Magnífico relato de viaje. Gracias por compartirlo. Recomiendo su lectura.
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